12 ene 2012

El temor de un hombre sabio, de Patrick Rothfuss. (Reseña).

Sinopsis:
Amanece en la posada Roca de Guía. Es el segundo día, y un hombre se dispone a proseguir el relato de su vida. Su verdadera historia, la que únicamente él conoce, alejada de la leyenda que le han forjado los rumores, las conjeturas y los cuentos de taberna que han acabado convirtiéndole en un personaje mítico: Kvothe... músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, héroe y asesino. El nombre del viento, el primer día de la historia de Kvothe, se ha convertido en un fenómeno apoyado por lectores, libreros y crítica, que recomiendan esta excepcional novela. Ahora la historia sigue en El temor de un hombre sabio, y a aquellos que ansiaban leer esta continuación sólo podemos decirles que la espera ha valido la pena.


  Crítica:

Un hombre sabio teme tres cosas: La tormenta en el mar, la noche sin luna y la ira de un hombre bueno.

Después de una larga espera, en Noviembre por fin llegó a mis manos el ejemplar que tanto ansiaba. Quedé fascinado por "El nombre del viento" y quería leer la segunda parte cuanto antes para seguir la atractiva historia de Kvothe.

A primera vista no pude evitar decir: <<Oh, joder, qué librazo>>. Y es que el muy tozudo se compone de nada más y nada menos que 1200 páginas. Ésto para unos puede resultar agradable, pues la historia se alarga y no te desprendes tan pronto de sus personajes pero, para que engañarnos, a mí me parece cansino.

Si bien la historia es fantástica, he notado que en algunos momentos el ritmo se ha ralentizado demasiado, sobre todo cuando Kvothe acompaña a Tempi a Ademre.

¿Qué podemos encontrar en este libro? Pues la verdad es que mucho. El protagonista abandonará la universidad para recorrer mundo, trabajará por el mismísimo Maer y continuará manteniendo contactos esporádicos con Denna, la joven que tanto le  gusta y cuyo mecenas alberga un lóbrego secreto.

Kvothe dejará por fin de ser pobre, no sólo gracias a los trabajos que realizó por el Maer, sino también por los beneficios que le reporta el haber inventado el "Atrapaflechas" o "Sin Sangre", como lo apodan al creer que el chico había muerto en un naufragio.

En definitiva, Rothfuss me ha seguido encandilando con un lenguaje maravilloso, que te deja a veces sin habla, mientras descubría una fantástica aventura a lo largo de Los cuatro rincones de la civilización, que tan sólo se me ha hecho un poco pesado en el tercer cuarto de la historia. Te perdono, Patrick. Espero ansiosamente la tercera parte.
¡Hay muchos misterios por esclarecer!

Nota: 8'5/10.

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